lunes, 17 de diciembre de 2012

De Verónica aprendí…

De mi pequeña Hawaiiana con ukelele llamada Verónica aprendí que si el camino (la vida) es pedregoso (difícil), es una excelente oportunidad para bailar (vivir) con más ganas.

Que sí afuera (el mundo) está muy frío, se puede usar bikini (destapar el corazón) y enseñar a todos que el clima que importa es el de adentro (la calidez humana).

Que tocar el ukelele (hacer lo que más disfrutas) se puede hacer en cualquier lugar (sin importar en donde estés y hasta con los ojos cerrados).

Y a no ocultar el ser Hawaiiana (ser quien eres) aunque te rodees de gente que no es de ahí (que no piense, crea o sea como tú).

Ah, y una cosa más: a ser una excelente compañera de camino. (Creo que esta no necesita paréntesis).

1 comentario:

  1. Directo a mi corazón, guardado y anotado. Todo eso es como un buen propósito para el nuevo año que va a comenzar... Ser como Vero.

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