domingo, 6 de noviembre de 2011

Con y por amor.

Estoy segura que no soy la primera en escribirte; 
pero de igual manera me da muchísimo gusto 
saber que vienes en camino, que no tardas en 
respirar, en sonreír, en llorar; en amar.
Ya existes y ya haces todo lo anterior (no soy
 médico, pero no creas que estoy tan convencida 
que ya respires) y no solo eso, sino que hay 
muchas otras personas que hacen lo mismo 
(respirar, sonreír, llorar y amar) por causa 
tuya y ni siquiera tu delicada y suave piel ha 
hecho contacto con ninguno de nosotros. 
Increíble, ¿no?

Permíteme presentarme, soy Burrito (como me decía tu mami) y me autonombro otra de tus tantas tías. Aunque parezca extraño, debes saber que soy el tipo de familia que vive lejos, que puede que veas poco, pero que no por eso dejarás en ningún momento de poder llamarme cuando lo necesites, ni estar presente en mis oraciones; así como tu familia, como tu mami hasta ahora y para siempre.

Hablando de ella, no puedo describirla con un rango menor al de un ángel, al de un ser maravilloso que recuerdo con tanto amor, tanto cariño y quien estoy segura que desde la última vez que la vi, su corazón seguramente le ha crecido tres o cuatro veces más y aún así, tal vez no le quepa todo el amor que te tiene que al nacer, podrás contemplar ese amor en sus ojos que sonríen en armonía con su rostro, en su sonrisa que derramará miel, en sus cariños y en sus cuidados que tendrá hacia ti, en sus ganas de vivir para mostrarte lo maravilloso de la vida pero también, (y aunque a veces sea tan difícil identificar el amor en esto) todo ese amor se hará notar cuando te llegue a corregir, a reprender. Y todo para guiarte por el buen camino.

Y llego aquí, a la razón de mi carta (y a la razón de tu existencia misma, y la del resto del mundo) que es, el amor.

Creo que un solo consejo te puedo dar que sea útil:

Cuando las cosas se compliquen, cuando tengas dudas, cuando el camino no sea tan claro, cuando te falte la luz... siempre busca aquello que tenga marcado el amor, aquello que te haga amar, que te haga dar lo mejor de ti. En algún momento alguno de los viejos, en base a su experiencia te hará creer que la vida es complicada; y en realidad no lo es. Porque todo se resume en el amor, todo se perdona con el amor, todo se sublima con el amor.

Llora por amor
Sonríe por amor
Grita por amor
Respira por amor
Vive por amor...

Y así, sabrás que vas por el buen camino.

Con y por amor:
Tía Burrito. O Burrí. O Rubí. 
(Pero no olvides lo de "tía")